viernes, 22 de abril de 2011

Recordando el show de Alejandro Molina


El falso documental

“Recordando el Show de Alejandro Molina” Dolina y Juan José Campanella estrenaron un programa por Encuentro.

Con un documental apócrifo sobre un mítico programa televisivo, Alejandro Dolina volvió a la televisión.

Recordando el Show de Alejandro Molina (martes a las 23, por Encuentro) se inscribe en la tradición del falso documental televisivo que, en la Argentina, ha tenido pocos pero memorables antecedentes. Como La era del ñandú (1987), de Carlos Sorín y Alan Pauls; la biografía trucada de José Máximo Balvastro, una leyenda de la literatura inventada por Jorge Dorio y Martín Caparrós en El monitor argentino (1988) y La Argentina de Tato (1999), en la que un famoso argentinólogo investigaba la supuesta existencia de un país llamado Argentina en el año 2499.

El programa, que Dolina ha desarrollado junto al cineasta Juan José Campanella, se propone, en 13 capítulos, echar luz sobre un supuesto programa, tan famoso y recordado, como con un destino plagado de misterios. Con grabaciones extraviadas, un final abrupto por razones que todavía se ignoran y hasta la incertidumbre sobre la suerte corrida por el mismo Molina, quien al día de hoy no se sabe ni siquiera si está vivo o muerto. Alejandro Molina es un alter ego de Dolina que, en su mítico show, hacía lo que él hace habitualmente por radio: extenderse erudita y coloquialmente en cuestiones que rozan todo (desde la historia hasta la literatura, pasando por el arte, la mitología, las costumbres, la filosofía y un puñado de etcéteras) y cantar.

La “reconstrucción” del show toma la forma de testimonios, mechados con fragmentos del programa y dramatizaciones. La presentación del documental estuvo a cargo de “Charles Ulanovsky” (interpretado por Gillespie) y contó, entre otros, con los testimonios del director, “Juan José Campanella” (Pompeyo Audivert); y un técnico, “Marcos Bustos” (Marcos Mundstock); además de las apreciaciones y “recuerdos” de Héctor Larrea, Diego Torres, Natalia Oreiro, Eduardo Blanco y Jorge Dorio.

En un fragmento hallado del que se creía que había sido el primer programa, pero en realidad fue el segundo, Molina se extendió sobre unos de sus temas favoritos: “Pintores chinos” y cantó Monte criollo y, a dúo con Karina Beorlegui, Si yo nací de tu pincel .

Por último hubo tiempo para un par de dramatizaciones. La primera de ellas cuando Molina, un amante del juego, es trampeado en una mesa de póker en China (o Japón) por unos mafiosos y debe huir desnudo. Un episodio que habría de marcarlo ya que, durante años y por temor a la mafia china (o japonesa), se negó a salir de su casa.

La otra fue cuando ingresó a la televisión, más precisamente a Suárez TV, y de la mano, claro, de Adrián Suár… ez.

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